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lunes, 6 de junio de 2011

Imposible disfrutar lo que no se conoce


Opera: Lohengrin , estrenada en Weimar el 28 de agosto de 1850 bajo la dirección de Franz Liszt



Autor: Richard Wagner, basado en una antigua leyenda germana.


Gota: Si no lo conocemos, tendemos a imaginar una ópera de Wagner interpretada por una señora gruesa disfrazada como una vikinga emitiendo terribles alaridos en un escenario de forma interminable. La realidad es completamente diferente. Wagner perseguía lo que él denominaba “Obra de arte total”, que incluía un combinación de literatura, teatro, música y ópera, compleja, profunda y densa. Acercarse a su obra (no sólo a su música) lleva tiempo y esfuerzo.
No obstante, y es algo generalmente desconocido, algunos de sus pasajes son muy habituales en nuestras vidas. Dejamos como ejemplo la marcha nupcial, en una versión de Abbado, con Domingo en el reparto, en la Ópera Estatal de Viena. Todo de lo más normal…. aunque obviamente el resultado es grandioso. Para acercarse a Wagner, empezar con esta ópera, y en concreto con esta versión, es un buen comienzo.
Y hablando de marchas nupciales, la otra gran representante del género (la de Felix Mendelssohn, que pertenece a su obra El sueño de una noche de verano  basada a su vez en una obra de William Shakespeare), fue creada por un autor que por concepción musical, artística y vital está seguramente en las antípodas de Wagner.

viernes, 20 de mayo de 2011

Galería de malvados (V): Klingsor


Ópera: Parsifal, estrenada en el Festival de Bayreuth en 1882.



Autor: Richard Wagner, basado en el poema Parzival de Wolfram von Eschenbach y en el Perceval de Chretien de Troyes.


Gota: No es difícil acordarse de Klingsor al albur del vergonzoso episodio de Dominique Strauss-Kahn. Klingsor, el pérfido antagonista de Parsifal, era uno de los caballeros de de la orden del Amfortas, buenos entre los buenos, valientes entre los valiente, rectos entre los rectos y guardianes del Santo Grial. Pero hete aquí que nuestro protagonista de hoy tenía una singular querencia concupiscente, o como dirían en mi pueblo, que estaba más caliente que el palo de un churrero. Expeditivo como era, e incapaz de controlar esta lujuria, opto por amputarse sus órganos genitales, lo que condujo a su expulsión de la Orden de Amfortas y a un destierro humillante. Menuda pieza. Strauss-Kahn, quiero decir.

martes, 5 de abril de 2011

¿Quién teme a Wagner?


Ópera: Das Rheingold (El Oro del Rhin) estrenada en 1869 en el Hoftheater de Munich. Primera parte del ciclo Der Ring des Nibelungen (El Anillo del Nibelungo).

Autor: música y libreto de
Richard Wagner.

Gota:
Se trata del comienzo del primer acto de la obra, en el montaje de la Fura del Baus para el Palau de les Arts de Valencia y el Maggio Musicale Fiorentino, que posteriormente pudo verse en el Teatro de la Maestranza de Sevilla.  Destierra de un plumazo dos tópicos: que Wagner es sólo para entendidos y que los montajes escénicos contemporáneos sólo gustan a cuatro culturetas. Es indescriptible esa tensión creciente que la música nos provoca, esa angustia que se apodera del espectador ante los primeros compases y que sólo rompe la entrada balsámica del canto de las ninfas. El montaje deja sin palabras, La Fura, con montajes como este, se ha convertido en un referente indispensable del panorama operístico internacional, gracias a un talento indiscutible y a la apuesta que por ellos hizo el hoy director de Teatro Real, Gerard Mortier.