Zarzuela: La Bruja, estrenada en el Teatro de la Zarzuela de Madrid en 1887.
Autor: Ruperto Chapí con libreto de Miguel Ramós Carrión y Vital Aza.
Gota: A finales del siglo XIX una crisis galopante tenía a España cogida por el cuello (¿les suena de algo?). Como estrategia de adaptación los empresarios teatrales se veían obligados a bajar los precios de las entradas si querían mantener las salas llenas, y como consecuencia la calidad y extensión de los montajes tuvo que ser recortado de manera drástica. Este hecho dio lugar al género chico, una zarzuela más corta, con menos recursos y dirigidas a públicos muy populares, puro entretenimiento sin grandes pretensiones artísticas. Fue en este contexto de apogeo de la zarzuela low cost en el que Chapí decidió apostar por reivindicar la Zarzuela grande, revitalizando una tradición que partía de Felipe IV y que es parte fundamental de la historia de la música española, creando para ello esta maravillosa obra, La Bruja. Es una zarzuela realmente sorprendente, muy próxima a la ópera por la densidad de la trama y la calidad musical, lo que le ha permitido cosechar desde su estreno grandes éxitos, convenciendo incluso a los menos aficionados al género. Entre los momentos más brillantes de la obra se encuentra el que hoy nos ocupa, el pasacalles seguido de la absolutamente maravillosa jota “No extrañéis, no, que se escapen”, uno de los momentos cumbres de la historia de la zarzuela. La versión no puede ser mejor, la grabación del 57 en la que Kraus subió el listón hasta un punto nunca después superado. Qué técnica, qué sensibilidad, qué obra de arte.
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ResponderEliminarLa historia de la zarzuela en España como espectáculo de masas es muy desconocida y superinteresante. Cuesta trabajo pensar en un Madrid con la décima parte de población que hoy y seis o siete teatros de zarzuela funcionando todo el año. Aprender del pasado, aprender a escuchar.
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