miércoles, 27 de abril de 2011

Grandes coros (III): A bocca chiusa


Ópera: Madama Butterfly, estrenada en 1904 en La Scala de Milán.

Autor: Giacomo Puccini sobre un libreto de Illica y Giacosa.

Gota: Para crear un coro en el los cantantes no estén en escena y, además, no abran la boca en toda la interpretación, hay que ser muy valiente. Para que además ese coro se convierta en uno de los más sensibles, emotivos y refinados de la historia de la ópera, hay que ser Puccini. Es verdad que este Coro a bocca chiusa de Madama Butterfly pierde escuchado de manera aislada, pero funciona dramáticamente de manera tan extraordinaria, que en el contexto de la representación resulta sobrecogedor. Falso amor, ingenuidad, maltrato, mentira. Todo se disipa cuando el barco de su amado llega a puerto y Cio-Cio-San, segura de que sus penas han terminado, aguarda con su hijo en brazos a que pase la noche y la luz del alba le devuelva a su hombre. Y mientras el coro vibra, algo dentro de nosotros tiembla, porque intuimos que no es amor lo que trae el nuevo día.

2 comentarios:

  1. Bello, simplemente bello y extraordinario lo que uno siente cuando disfruta la escena. Es la noche de las almas ingenuas, es el rastro del fracaso, es el calor agobiante del infierno que siempre estuvo a tu lado.

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    1. ¡Que acertado es tu comentario! has conseguido describir lo que he sentido cada vez que he paladeado este delicioso, íntimo..sublime coro.

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